REDACCION JURIDICA. CARACTERISTICAS



REDACCION JURIDICA

Se llama redacción jurídica al conjunto de escritos que presentan los abogados utilizando terminología adecuada. Estos escritos deben redactarse de manera correcta, lo cual significa que no basta que se presenten con buena ortografía sino que además tienen que estar bien argumentados tomando como base las leyes vigentes. Los abogados que ejercen profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, se dediquen al asesoramiento y consejo jurídico o ejerzan funciones de magistrados o juristas, están obligados a emplear y respetar las reglas gramaticales puesto que ellas dan a los demás la seguridad de que la palabra empleada corresponde exactamente a un concepto bien definido.

La redacción profesional del abogado es una actividad compleja, que se puede descomponer y estudiar en varios pasos:

· Planificar el escrito, cómo preparar el esquema, cómo razonar y organizar las ideas. Esta tarea incluye cómo comprender el problema, cómo encontrar el derecho aplicable. Cómo diseñar la respuesta y las recomendaciones prácticas.

· Redactar párrafos. El párrafo es la unidad de expresión de un razonamiento en un escrito expositivo y argumentativo.

· Redactar oraciones. La oración es la unidad de expresión de un pensamiento o un juicio. Redactar oraciones incluye la comprensión de los tipos de oraciones y su utilidad.

· Escoger palabras; la palabra es la unidad de expresión de una idea. Precisión, Concisión, y sencillez.

· Asegurar claridad en las expresiones.

· Lograr poder persuasivo. Recursos específicos para convencer.

· Un toque artístico.

Lograr una redacción óptima en el ámbito jurídico no es una tarea fácil pues está plagada de dificultades. Para empezar, es necesario organizar mentalmente las ideas que se quieren trasladar al papel antes de escribir. Una vez ordenadas en la mente, es necesario identificar las ideas principales y secundarias, elaborando un esquema en el que se escriban en orden y de acuerdo con la importancia de cada una. El orden de una oración es importante porque de lo contrario resultará carente de sentido. Más aún, si no es capaz de ordenar lo que se quiere decir de una manera lógica y cuidada, el escrito perderá todo interés. Lograremos una buena redacción cuando tengamos plena conciencia de que el pensamiento y su expresión no son operaciones sucesivas sino una única operación. Encasillar la realidad en las palabras que ya conocemos y que ya tenemos almacenadas en nuestro cerebro será pues nuestro trabajo mental.





CARACTERISTICAS DE LA REDACCION JURIDICA

Principio de unidad del escrito: significa que el escrito debe estar contentivo de un tema a tratar y de un titulo; al igual que tener un principio en uno o más párrafos, y el desarrollo del tema.

Principio de la Autocontención: debe ser auto explicativo, de manera que el lector se sienta profundamente satisfecho con el contenido del escrito y que este no genere interrogantes. 

Principio de concatenación: se refiere a que cada idea que contiene el escrito debe llevar a la siguiente; es decir que las ideas centrales esten enlazadas en un correcto orden y coherencia.

Principio de la coherencia: sencillamente si el escrito es esquematizado para que todo el contenido se relacione.

Plasmar las palabras en un libro, en una tesis, en un documento o en cualquier otro escrito, es dar nuestro sello personal en la comunicación de las ideas, conceptos y conocimientos. En dicha comunicación escrita, además se muestran la cultura, el estilo y la forma de ser de quien escribe. A eso es lo que se llama el llamado estilo personal del redactor. 

Claridad: Consiste en la expresión de las ideas y conceptos de tal manera que se facilite la lectura de una tesis y con esas Líneas se capten las ideas conforma se quisieron expresar. 
Precisión: Se dice que una situación es precisa, solo cuando expresa con exactitud el asunto; sin rebuscamiento inútiles ni información de más, pero también sin omitir conceptos importantes ni abusar de la cortedad de los datos. Únicamente se expresa lo necesario. 
Propiedad: La característica de propiedad en la redacción es la utilización correcta de las palabras, construyendo las frases conforme a las reglas gramaticales; usando solo los vocablos adecuados, de acuerdo al significado, la escritura y la pronunciación que se les quiere dar a las palabras. 

Concisión: Esta característica de la redacción consiste en expresar con el menor número de palabras los pensamientos, ideas y conceptos referentes al tema, sin que por ello se le reste claridad ni precisión respecto a su contenido. 

Sencillez: Esta cualidad de la redacción estriba en redactar las ideas, los conceptos, hechos y aportaciones con naturalidad; es decir, con sencillez en el uso del lenguaje, utilizando frases y palabras simples sin rebuscamientos ni tecnicismos inútiles, ni con frases o palabras presuntuosamente elevadas que suponen mayor cultura […] se puede entender como el uso de un lenguaje coloquial en la escritura, como si el autor lo estuviera dictando una conferencia, con un lenguaje simple, sin adornos ni rebuscamientos inútiles y estériles que sólo entorpecen el entendimiento del texto. La mejor forma de redactar, bajo esta cualidad, es hacerlo como si el escrito se expresara como una plática. 

Asertividad: Se dice que alguien es oportuno cuando dice o hace lo necesario, justo en el momento que se requiere, aunque no necesariamente esto sea lo más adecuado.

Comentarios

  1. Los aspectos abordados son interesantes, pero no olvide citar las fuentes y el origen de las ideas extraidas.

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  2. Importancia de la redacción jurídica
    Actualmente el mundo jurídico atraviesa una gran crisis lingüística. Las universidades cada
    vez más solo exportan “pseudo-profesionales” del derecho y ya no conocedores de este. La
    finalidad de lucrar en el mercado competitivo es tan desmesurada, que muchas veces
    olvidan otorgarles una sólida formación profesional y personal. La gran deficiencia que
    existe en las aulas universitarias, o hablando estrictamente, dentro del plan curricular, es
    que la gran mayoría de universidades no colocan en sus silabus un curso de redacción
    jurídica, e incluso las pocas universidades que lo hacen, no le da la correcta seriedad del
    caso. Como resultado de este problema, se obtienen abogados que no saben redactar de
    manera correcta sus propios escritos y que, además, terminan, muchos de ellos, comprando
    plantillas.
    Este gran problema no solo afecta la parte profesional, sino también el ámbito personal,
    puesto que a nadie le gustaría contratar los servicios profesionales de una persona que no
    sabe redactar su propio escrito siendo un abogado. Se sabe que la formación académica del
    profesional no solo es la impartida en las aulas, sino también depende mucho de la
    responsabilidad y seriedad con la cual se forje uno.
    Es vergonzoso y denigrante ver a muchos abogados que no saben defender un caso, pero es
    más lamentable notar que el abogado no sepa redactar sus documentos. La paupérrima
    calidad ortográfica, la incoherencia en la sintaxis, el mal uso de los signos de puntuación y
    la mala ubicación de la paráfrasis en los documentos, dejan mucho que desear al que “se
    supone” es un profesional. En este artículo, no se pretende dar la solución al problema de la
    redacción, pero se podrán dar algunos alcances y recomendaciones que se deben tener en
    cuenta, para mejorar la calidad de su redacción en varios de sus documentos jurídicos
    Criterios de la redacción jurídica
    No se puede obtener una clara redacción jurídica si no se tuvo, como mínimo, algún curso
    de redacción general, de manera previa. El profesional del derecho debe tener en cuenta que
    los estudios generales de lenguaje son la base de su carrera para poder emprender
    adecuadamente el estudio del derecho. Lo recomendable es que el abogado sepa dominar el
    castellano, debido a que, si ignora las reglas gramaticales del lenguaje, el cincuenta por
    ciento de su carrera se verá frustrada. Con esto no pretendo sostener que los abogados sean
    unos expertos en la lingüística, pero lo más recomendable es que conozcan los aspectos
    generales de la gramática castellana para poder aplicar de manera correcta el uso de los
    signos de puntuación y la coherencia en la sintaxis de sus escritos.
    El segundo criterio es el conocimiento y uso de un buen vocabulario. La carrera de Derecho
    ya posee sus propios tecnicismos, y estos se pueden encontrar en los distintos diccionarios
    jurídicos. Todo abogado conoce mejor su carrera cuando llega a emplear los instrumentos
    necesarios de esta.
    Aparte de manejar el lenguaje jurídico, es recomendable que los abogados también estudien
    de manera correcta el uso de los sinónimos y antónimos para poder enriquecer su bagaje
    profesional y así poder plasmar la terminología necesaria en cada documento. Para esto se
    recomienda al abogado contar a su vez con un buen diccionario de sinónimos y antónimos.
    Julio Pineda

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  3. Importancia de la redacción jurídica
    Actualmente el mundo jurídico atraviesa una gran crisis lingüística. Las universidades cada
    vez más solo exportan “pseudo-profesionales” del derecho y ya no conocedores de este. La
    finalidad de lucrar en el mercado competitivo es tan desmesurada, que muchas veces
    olvidan otorgarles una sólida formación profesional y personal. La gran deficiencia que
    existe en las aulas universitarias, o hablando estrictamente, dentro del plan curricular, es
    que la gran mayoría de universidades no colocan en sus silabus un curso de redacción
    jurídica, e incluso las pocas universidades que lo hacen, no le da la correcta seriedad del
    caso. Como resultado de este problema, se obtienen abogados que no saben redactar de
    manera correcta sus propios escritos y que, además, terminan, muchos de ellos, comprando
    plantillas.
    Este gran problema no solo afecta la parte profesional, sino también el ámbito personal,
    puesto que a nadie le gustaría contratar los servicios profesionales de una persona que no
    sabe redactar su propio escrito siendo un abogado. Se sabe que la formación académica del
    profesional no solo es la impartida en las aulas, sino también depende mucho de la
    responsabilidad y seriedad con la cual se forje uno.
    Es vergonzoso y denigrante ver a muchos abogados que no saben defender un caso, pero es
    más lamentable notar que el abogado no sepa redactar sus documentos. La paupérrima
    calidad ortográfica, la incoherencia en la sintaxis, el mal uso de los signos de puntuación y
    la mala ubicación de la paráfrasis en los documentos, dejan mucho que desear al que “se
    supone” es un profesional. En este artículo, no se pretende dar la solución al problema de la
    redacción, pero se podrán dar algunos alcances y recomendaciones que se deben tener en
    cuenta, para mejorar la calidad de su redacción en varios de sus documentos jurídicos
    Criterios de la redacción jurídica
    No se puede obtener una clara redacción jurídica si no se tuvo, como mínimo, algún curso
    de redacción general, de manera previa. El profesional del derecho debe tener en cuenta que
    los estudios generales de lenguaje son la base de su carrera para poder emprender
    adecuadamente el estudio del derecho. Lo recomendable es que el abogado sepa dominar el
    castellano, debido a que, si ignora las reglas gramaticales del lenguaje, el cincuenta por
    ciento de su carrera se verá frustrada. Con esto no pretendo sostener que los abogados sean
    unos expertos en la lingüística, pero lo más recomendable es que conozcan los aspectos
    generales de la gramática castellana para poder aplicar de manera correcta el uso de los
    signos de puntuación y la coherencia en la sintaxis de sus escritos.
    El segundo criterio es el conocimiento y uso de un buen vocabulario. La carrera de Derecho
    ya posee sus propios tecnicismos, y estos se pueden encontrar en los distintos diccionarios
    jurídicos. Todo abogado conoce mejor su carrera cuando llega a emplear los instrumentos
    necesarios de esta.
    Aparte de manejar el lenguaje jurídico, es recomendable que los abogados también estudien
    de manera correcta el uso de los sinónimos y antónimos para poder enriquecer su bagaje
    profesional y así poder plasmar la terminología necesaria en cada documento. Para esto se
    recomienda al abogado contar a su vez con un buen diccionario de sinónimos y antónimos.
    Jose Antonio Pineda

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